Y entonces... una revelación se presentó con asombrosa claridad... que no era luz, era la noche, la luna, el frío y las estrellas que inspiran poemas infames y malditos... y no era el sol ideal y soñado... de ese que pintan...ese que iluminaría a seres confundidos ansiando un calor que no pueden soportar... no era el sol que brindaría días llenos de cariño... era el sol que consume y devora, el fuego que quema, como el que brinda luz al astro que le refleja en las noches, como el que se alimenta de todo lo que encuentra a su paso, como la estrella que en su oscuridad es más profunda que el negro abismal...
Y entonces... comprendió que no necesita más que su propia energía, y que la consumirá hasta el final de su existencia... y es irrelevante si la mayor parte del tiempo, nadie se atreve a alzar la mirada porque su luz ciega a quien le observa fijamente...
Y cuando implosiona, su naturaleza causa estragos mientras devora la oscuridad para hacerla suya...
Y su oscuridad es tan grande como el fuego que brinda... y cuando se convierte en un agujero negro... nada puede escapar de su hambre insaciable.
Y entonces... al ver el túnel al que tantos huyen... decidió adentrarse en la sombría ruta y degustar de sus abominaciones, pues el ígneo motor debe consumirse para proseguir... pues algunos astros mueren para volver a nacer... algunos deben consumirse para adquirir mayor poder.
Ven conmigo... destruye el pasado... destruye tu ser... devórate...
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GuTs!
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