Ah... la humanidad... parece un constante proyecto irracional, suicida y brutal...
Nos mueven las emociones, actuamos por ellas y posteriormente intentamos usar la razón para justificarnos.
Ante evidencias y argumentos sólidos podemos condicionarnos e incluso negar la realidad que tanto nos disgusta... porque somos simples viciosos, adictos a un sinfín de placeres... guiados por nuestros más básicos motores...
Para satisfacernos somos capaces de extremos, y de una creatividad enorme para justificar nuestras acciones mientras nos brinden los placeres que nos consumen.
En ilusiones egoístas mundos coherentes cuando tan sólo son ruidos vomitados por mentes sofocadas en sus ánimos.
En las fábricas de monstruos sólo conviven pesadillas... y son las pesadillas de los atormentados las que les alejan de sus impresionables apetitos para permitirles ver en breves instantes de claridad los invisibles hilos que no dependen de la ingenua y caprichosa humanidad.
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GuTs!
