La humanidad es una colmena de idiotas y todos somos un tanto estúpidos... nos encanta soñar la grandeza y autoproclamarnos la especie inteligente sólo porque tenemos instantes de lucidez que iluminan nuestra constante miopía... una miopía que además puede ser selectiva... y que no tiene problemas en ser olvidadiza... nos repetimos como ciclos anacrónicos y hacemos festines de decadencia servidos períodicamente, con dosis aleatorias. Somos tan creativos como para imaginar siempre el perfecto némesis a quien señalar... es dulce, es agradable... es adictivo... y sobre todo: hay para todos los gustos... como una fábula tétrica sin enseñanzas pero mucha terquedad en territorios casi místicos, pintados con los pinceles de espesos ríos de sangre y bilis, en los que nadamos como si fuesen las mieles de cosechas macabras, un país imaginario lleno de víctimas y victimarios... de esos que a veces cambian de rol por placer, gusto, necesidad o como estrategia para ganar partidas de juegos que nadie sabe si en algún momento empezaron y si en algún punto terminarán...
Un lugar de gente con la siempre alegre mueca de una mascarada terrorífica... el jardín del edén en donde viven los demonios de las pesadillas, la pesadilla de un paraíso sin propietario pero con muchos dueños... Polombia, tierra querida...
Tenemos atracciones y espectáculos variopintos, con teatros de todo tipo, y predilección por las tragicomedias...
Mientras algunos odian la minga, protestantes y oposición,
Otros odian a las instituciones gubernamentales,
Algunos odian a cualquiera que no sea de su círculo social,
Hay enfermos y resentidos que odian al que tenga un cromosoma distinto,
¿O por qué no al que prefiera las mismas prácticas sexuales debajo de las sábanas?,
Están los que detestan alguna característica física como el color de piel o el volúmen que ocupamos,
Los que odian a quienes tienen más tiempo en este planeta o por el contrario, los que aún son jóvenes y no han cometido los mismos errores,
Los que odian al que viste un color de ropa o compra algún artículo,
Los que Sienten aversión por quien no tiene poder adquisitivo,
E incluso hay quienes lo odian todo, hasta a si mismos...
Todos los lados del ring se han mantenido por generaciones unidos por un mismo componente: ven en otros a sus enemigos naturales... los recipientes perfectos para ese odio que nunca se acaba y tal vez por eso es un alivio imaginar enemigos en los vecinos e inquilinos, en la familia y en cualquiera que no sea el reflejo del espejo...
Es fácil imaginar que hubiese en el adn y no en la cultura, no en la ignorancia... algo que justificara cada estupidez que amamos... sería genial que en la biología de toda una especie algún componente que nos librara de nuestra responsabilidad como seres con capacidad de ser entes pensantes, no por fama sino por evidencia...
Somos subgrupos de humanos que no toleran convivir con otros como si nos separaramos en subespecies que se causan rechazo, como si cada uno fuera un tipo distinto de mofeta... y el olor del otro causara algún tipo de reacción cáustica y visceral, alguna terrible aversión a niveles inconcebibles...
Pero no... al final sólo somos simios que prefieren culpar a otros, explotar a otros, mentir, hacer todo lo posible por no asumir el deber que tenemos de intentar ser racionales... pues a largo plazo el negocio de la guerra es insostenible, el negocio de la corrupción es insostenible, y cuando no exista algo más que robar o extinguir...¿a quién le resultará valioso el tesoro que no podrá usar?... pues aunque a los magnánimos y todo poderosos reyes del universo con su infinita gracia les guste o no... el planeta, el tiempo y la vida no son recursos renovables.
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GuTs!