Prefiero mil veces sentir que otro trozo del ser se desvanece, que es arrancado y despedazado en segundos angustiosos de nocturnas torturas inclementes, prefiero soportar cíclicamente el clamor en el pecho y el ardor que parece fluir para destruir fibras en cada órgano y explotar en cada rincón de un cuerpo que sólo alberga gélido sopor, prefiero desaparecer en la inclemencia de la taciturna flagelación, divagación perpetua e inclemente...prefiero extinguirme como un secreto culposo en tus oníricos susurros subconscientes... prefiero todas las formas de suicidio antes que tu ofensiva y ácida ofrenda de amables, condescendientes, asquerosos rastrojos miserables deseos de tibios cariños en migajas... Puedo morir desangrado y famélico antes que aceptar las sobras rechazadas de tu noble y bondadoso ser.
Soy un agente del caos que brota en mi, no necesito lastimeras condescendencias ni pacíficas treguas... la única paz que requiero es la del somnoliento hereje que sana sus heridas y degusta el sabor de su propia sangre en la espesura del cobijo nocturno, como el invisible fantasma moriré y renaceré, condenaré y reinaré en la inerte oscuridad del negro perpetuo que abraza la existencia misma con su inextinguible incorporeidad de terrorífica calma.
Rechazo migajas y buenos deseos, me alimento de la nada que ha prosperado en los abismos... y comprendo que sólo es posible disfrutar el camino que recorro para quienes lo han transitado, pues habito en los callejones donde lamen sus heridas los rechazados y los ignorados, los perdedores y los malditos, los deformes y los defectuosos, habito en las cloacas de tus gustos culposos, en las criptas de los recuerdos amargos, en las pesadillas plácidas y húmedas y tus adicciones ocultas...
Y si luego de brindarme la calidez del cariño, el abrigo de tus caricias, la melodía de tus susurros, el canto de los ángeles con tus palabras y el gozo del edén en tu cuerpo...rechazaste mi amor por no poder corresponderlo, yo rechazo tus sobras por la misma razón... Pues si en tu angelical sentencia de nobles sueños el abandono y el sacrificio de tu consumida presa eran necesarios para ascender al trono de donde caíste... Sonrío al saber que lograste tu objetivo y reposas en otros brazos menos conflictivos, más fáciles... dóciles, en otros brazos más expresivos y divertidos, en otros brazos más amables y menos caóticos, mientras yo regreso al abismo a donde he aprendido a coexistir con mi desgastado ser, y mientras la ausencia de luz invade cada rincón hasta consumir incluso la más solemne sombra... Tu ausencia también será el alimento para la marcha en los tortuosos caminos que decido enfrentar... Y aunque en la estupidez de quien es suicida te extraño y aún conservo cada beso, caricia y orgasmo intactos para tí como si el paso del tiempo no fluyera... Seguirás enterrada en mi silencio tal como yo sigo sintiéndome muerto mientras sonrío, como si el vacío tomara forma corpórea y se disfrazara de contenta mortaja...como si me hubieras amado como yo lo hice en escasos instantes de ilusa felicidad.
Prefiero mil veces sentir que otro trozo del ser se extingue en las llamas del suplicio, antes que rendirme ante la conformidad del miserable...seré otro misterio negado y un vicio rechazado más, mientras tú serás mi dolor... como quienes te antecedieron, alimentarás mis pesadillas para transformarte en arte... Y cuando me extinga tal vez también alimentes los sueños y las pesadillas de quien te observe a través de mis ecos.
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GuTs!
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