Reflexiones espiraladas de domingos implosivos, #27

Sé quien eres mientras puedas ser... Y para ser quien eres, debes comprender que no existe escondite ni escape ante tu propio ser...

La muerte, el miedo, la culpa, el rencor, los prejuicios... parecen el escondite perfecto... allí siempre es otro quien debe asumir las consecuencias, allí es justificable ser víctimas o victimarios, allí el dolor y la tristeza surjen... y cuando dolor, tristeza y miedo se unen forman barreras y púas para alejar a quienes se han atrevido a brindar su cariño... las convicciones y las esperanzas mueren, pues sólo vive el temor de perder lo poco que se atesora... y así los humanos luchan con su mísera condición, apagando esperanzas por preservar lo que mantienen, por obtener lo que anhelan, por revivir lo que extrañan, por reemplazar sus adicciones.

Yo soy un aficionado, un artista suicida, un terco velero que se niega a rendirse ante la corriente...Aún conservo mi torpe tesis: esa infantil idea de que en el fondo la mayoría de individuos NO son completamente crueles, ni egoístas máquinas viles y destructivas...en el fondo la mayoría de individuos que hieren, insultan, y ven en cualquiera que piensa distinto a un tonto sin remedio, un enemigo o a un motivo de burla son tan sólo animales heridos y temerosos, seres rotos que no logran ver más allá de sus heridas...Náufragos confundidos que han perdido su rumbo.

Todos necesitamos un pequeño respiro, tomar aire para recordar que estamos vivos, pues mientras estemos vivos aún es posible dar un abrazo en lugar de un golpe... regalar una sonrisa en lugar de un insulto... incluso es posible regalar nuestra ausencia o silencio en lugar de brindar crueldad y odio... si en serio tenemos una idea, un conocimiento o una convicción dignas de defensa, siempre es posible detenernos un instante para pensar ¿justifica dañar a otros?...

Y aunque en un mundo utópico la respuesta sea no, en la realidad, y en especial la del mundo humano siempre habrá excusas para decir si... cuando la respuesta sea si, hay que volver a preguntarse algo antes de actuar:

¿Y si el daño fuese para mí?...

Si aún es justificable... cabe la pregunta:

¿Cómo me comportaría después de ser lastimado?... y sobre todo, la pregunta más importante: ¿seguiría con vida?...

Hay situaciones en donde es muy difícil actuar según estos conceptos, pero es en esas situaciones en donde comprendes que al final, todos los seres vivos, son vulnerables...

El dolor y el miedo pueden formar bestias ciegas, o transformarse para liberar...

Si odias a tus enemigos, y sólo puedes desear lo peor aún eres una bestia ciega, te consume el veneno...

Y si con el tiempo a pesar de tu esfuerzo, tus heridas no sanan... tal vez lo que te lastima no es el recuerdo de aquello que te hirió...tal vez lo que te hiere es el odio que tienes hacia tí mismo, pues en este mundo humano tan lleno de seres rotos, a veces nos herimos tanto que olvidamos estimar al único que siempre debemos cuidar: "el propio ser".

Siempre existirá algo por aprender, y en ese proceso de aprendizaje adquirimos el conocimiento necesario para ser un poco más conscientes... En ocasiones, la consciencia es la única herramienta que nos puede salvar o condenar.
Sé quien eres mientras puedas ser... Y para ser quien eres, debes comprender que no existe escondite ni escape ante tu propio ser...

Sé quien eres, aunque pueda representar permanecer en soledad cuando quieras compartir tu felicidad o liberar tu angustia.

Sé quien eres, incluso cuando parezca más sencillo aparentar ser alguien más.

Sé quien eres, pero consciente de que eres un ente cambiante en un universo desconocido.

Sé quien eres, sin restringir que otros sean lo que son.

Sé quien eras mientras puedas ser... pues cuando no puedas ser, no existirás...y si no existes sólo en recuerdos vivirás.

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GuTs!