Discúlpame por haberte fallado,
pero no lamento haberte amado,
querida... mi niña hermosa...
tomé por las espinas la rosa...
Siempre intenté consolarte,
sólo quería comprenderte, escucharte
y que vieras lo que yo veía al verte
yo...intenté romper tus cadenas,
evaporar y transformar tus penas...
¡cuántas veces sentí tan mío tu dolor!
¡cuánto quise extinguir tu horror!
Fallé... al luchar batallas ajenas,
fallé... al sentir propias tus condenas.
Y en tantos meses de penumbra
sonreía al soñar tu mirar que vislumbra...
Fué inevitable perderme en tu mirar,
me fué imposible no llegarte a adorar.
Muy tarde razoné y acepté,
demasiado lejos me encontré...
Demasiado insípido era mi cariño,
muy torpe mi actuar de niño,
siempre imprudente y espontáneo,
de transparente replicar instantáneo...
Mis obsequios minúsculos repudiaste,
cuando tan sólo intentaba animarte...
Al percibir tus dolores fueron míos,
cada historia la repliqué en mis insomnios...
tus pesadillas eran mis laberintos,
viví en los más oscuros recintos...
intentando hallar curas para sanarte,
intentando evitar presionarte...
pero soy demasiado explosivo,
y parezco demasiado inexpresivo...
insuficiente era mi esfuerzo
y sólo se convirtió en un verso.
en mí resurgió la esperanza cuando me buscaste,
y mi abismo me consumió cuando te alejaste...
sólo tenía para tí abrazos y besos
junto a miles de cantos y silencios...
quería permanecer a tu lado y verte,
dispuesto a ser tu refugio y soporte...
te hubiese conocido una y mil veces,
hubiese compartido todas mis estupideces...
Sé cuán crónica era tu tristeza,
cuánta agonía te mantenía reclusa...
lo sé pues también lo he sentido,
y por ello me sentía más herido...
Tal vez mis costuras se descocieron,
poco a poco los trozos se desunieron,
las cicatrices de antaño resurgieron,
con tu rechazo y elusividad colapsaron...
Y mi colección de frustraciones hizo implosión,
en la enorme ira sólo encontré destrucción...
una espiral de catástrofe en suicidas ruinas,
pues comprendía tu comportamiento
percibía el eco de tu pensamiento,
similar al mío, tan lleno de sufrimiento,
me destrocé con tu distanciamiento,
en tu huída me sentí un vil instrumento
sólo en la lejanía podía ayudarte,
sólo en mis sueños me permitías abrazarte...
Me pediste otra oportunidad,
una que tu no me podías brindar...
y aunque sólo anhelaba volver a conocerte
fuí aquello de lo que decidiste apartarte.
Cada cierto tiempo en contra de mi voluntad
resurgen las preguntas perennes sin piedad
mientras se desdibuja la sosa realidad,
y siento que ha sido una eternidad...
pues pasa el tiempo y aún te sueño,
revivo tus caricias y besos y muero risueño...
nuevamente otro es de tus caricias dueño,
como siempre fué, en distintos cuerpos,
en distintos rostros de húmedo sexo.
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GuTs!
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