En la oscuridad de la nocturna vía admiro la belleza y el horror de la
ciudad... Y en la paz del solitario firmamento observo la intangibilidad
de mi propio vacío... Y sonrío pues tal vez comienzo a comprender que
no soy ni seré el héroe ni el bueno ni el noble... Sólo el vil, el ruin,
el caos caminante y sin rumbo que disfruta a media noche del silencio
sepulcral que brinda paz a quienes son víctimas de sus pensamientos.
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GuTs!
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