Terror Abismal Reverbnation

2014-07-06

Prólogo y Taciturno Soliloquio No.1

El siguiente escrito hace parte de un proyecto personal en desarrollo...

Prólogo

"En la quietud... se forma cual tormenta una imágen tétrica que perturba el espíritu sereno en reflexión para presentar un cuadro extravagante."

La inmutable monstruosidad muestra al silencioso espectador un escenario lúgubre que pronto abre su telón, la oscuridad absoluta cae para momentos después sentir que los ojos se abren de un corto sueño inexistente, pues soñar despierto parece ser algo recurrente para el retraído ser, quien presencia a su alrededor un traslúcido reflejo que toma formas extravagantes, casi amorfas y repulsivas que pronto se hacen distinguibles, hordas de masas rosáceas y ocres moviéndose en un hipnótico ondular, como lejanos bichos de un repudiable infierno chocando unos contra otros, vociferando vocablos ininteligibles en un mar carmesí, un frenesí cada vez más rojo y apagado que culmina en espeso y homogéneo manto inmóvil. En la serenidad del lecho rojizo los inertes seres parecen cada vez menos abominables, casi enternecedores y a la vez repugnantes... son figuras homínidas con rostros malformados de todo tipo, desde inexpresivos o tristes, joviales, coléricos e empavorecidos.

Las figuras parecen derretirse hasta dejar como resultado una sustancia gelatinosa, un manto de líquido rojo oscuro que se torna cada vez más homogéneo el cual se transforma en una capa satín que contrasta con un ostentoso recinto y ornamentos de un tiempo indeterminado, el manto rojo decora como alfombra el camino a un trono dorado espeluznante e imponente, que guarda a un cómodo monarca inerte, esquelético e intimidante quien alberga víboras en sus cuencas que disfrutan el refugio que les brinda su cráneo.

Al viajar a la cuenca del pálido monarca la oscuridad se hace más profunda y la opulencia sin vida desaparece, el vacío se torna en calidez insoportable y sofocante que se agudiza al aparecer una luz tenue y lejana, la salida de un túnel ardiente cuyo camino quema y cuya salida abre paso a una escena mórbida de sufrimiento en donde por igual figuras de niños y ancianos, hombres y mujeres calcinados inertes gritan en silencio su horror para desaparecer como imágenes inexistentes reemplazadas por una gélida escultura de un hombre cuyo cuerpo se bifurca desde la cintura.

El par de gemelos nacidos del tronco en tan grotesca estatua se enfrentan mutuamente, con una silueta humanoide a espaldas empuñando filosas hojas con las dos manos dispuestas a atravesar las espaldas del envilecido luchador suicida de doble cuerpo.

En un momento los personajes de la escultura toman vida, en cuestión de segundos los torsos de la primera figura se atacan para asestar una herida mortal en el pecho de su contrario mientras de manera simultánea a sus espaldas con cuchillos les atraviesa el personaje posterior, todos se quiebran y convierten en trozos de cristal y polvo.

La diáfana escultura nuevamente inerte y destrozada se funde en un perfecto suelo que refleja como espejo, y el silencioso espectador camina unos pasos, se detiene para flexionarse y con recelo detallar su propia imágen que observa de vuelta con mirada inquisitiva, dudosa, impasible... y preguntar desde el suelo con una sutil sonrisa ¿Qué te hace diferente?.

El espectador Entonces responde con la misma mueca mordaz: "aún no he decidido ser igual, y jamás lo haré". Se levanta y da vuelta, al caminar se esfuma el escenario y reaparece la realidad circundante del pasillo por el cual camina, se acerca a la puerta que da paso a la habitación donde se dispone a descansar de sus propios pensamientos y dormir en busca de tranquilidad, consciente de que requiere reposo aún cuando parece que una parte de su ser se niega a cerrar los ojos. Rutinariamente se prepara para entrar al reposo, esperando no revisitar el dominio onírico y olvidar lo que soñó despierto... sin embargo las imágenes que presenció y las preguntas que le atormentan permanecen y continuarán rondando sus pensamientos por siempre, como visitantes indeseados que le atormentarán tanto en vigilia como en sus más siniestros y oscuros sueños.



Taciturno Soliloquio No.1

La percepción del espacio-tiempo se desdibuja hoy mientras el sonido de la lluvia capta la atención de los que no concilian la paz propia. Sólo los reflexivos, nostálgicos, intranquilos, enfermos o melancólicos escuchan con atención la melodía del agua con su compás cadencioso, y es bajo su música que la introspección aguarda con su imperturbable rigor.

Nocturno silencio siempre quebrantado por el constante aullido de la conciencia, ínfimo... casi inexistente, sólo perceptible para el atormentado cuando es invisible.

"En la quietud... se forma cual tormenta una imágen tétrica que perturba el espíritu sereno en reflexión para presentar un cuadro extravagante".

¿Cuán distinta es la fantasía de la realidad para quienes sólo pueden comprender lo imaginable?.

El acto creativo es caprichoso, y la volátil nave del pensamiento humano puede perderse en las aguas salvajes del caudal imaginario...

Los frágiles pensamientos pueden sucumbir ante la oscuridad del abismo interno, por ello en algunas ocasiones fértiles campos oníricos son teñidos con terribles y grotescas visiones de criaturas monstruosas, bestias iracundas e irracionales sedientas de violencia... Aberraciones imaginarias que pueden enmascarar o incluso convertirse en la única realidad de los poseídos por sus más pavorosas ilusiones.
Cuán desdichado es notar la lánguida imágen de la cual haces parte aún sin desearlo, percibir con inconmensurable horror que haces parte de tan mutable especie capaz de ver enemigos imaginarios para satisfacer los más bajos deseos... tan brutales, lascivos, coléricos y absurdos que parecen escapar de la comprensión racional.

Trágico sadismo destilado en dosis continuas de rencor y odio... droga Autodestructiva... Ponzoñosa, tan insidiosa que escapa del auto-análisis... 

Una pluralidad de identidades habitando en el laberinto de cada ser parece aguardar en el alma humana.
¿Es acaso evidente un desenlace irreversible para tales existencias?.

En sombría lugubración resisto vehemente aceptar tan cruel camino vacío y rechazo el agobiante aparente sendero natural, pues si sólo la ruina y el sistemático uso del caos para el exterminio alimenta a tan vil especie, si sólo existiese el azar y la inconsciencia... si sólo la calamidad fuese el único motor de tantos entes... entonces mi propia existencia sería inconcebible, y este cuestionamiento no irrumpiría la paz en mi pensamiento... ante múltiples bestias fantasmales ansiosas de alimento conviviendo y luchando por tomar el control... es posible privar de manjares al temible espectro interno y su infame ejército.

Cada quien decide si alimenta sus demonios o no... yo escojo el descubrimiento e inanición para mis espectros y con recelo espero triunfar cuando les encuentre aguardando para escapar.


Gustavo Sierra H.



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