Terror Abismal Reverbnation

2018-09-30

Born Cursed

Anoche, en un momento breve de creatividad en medio de una conversación fortuita dije algo sencillo: "tal vez lo único que me agrada de ciertas religiones es la idea de que nacimos malditos"... "seres condenados a existir desde el momento en que nacimos"... Y me agrada el papel: un indeseable, un hereje reprochable, pues si nacer es un castigo y la vida es una maldición... todos somos condenados infames en un infierno perverso.
Y soy un ser maldito porque prefiero sufrir o gozar la condena en lugar de depositar mi energía en otra vida de la cual sólo hay ausencia de evidencia que satisfaga cualquier escrutinio.
Soy un admirador del caos, de los sueños y la pasión, de los placeres y de la incomodidad que acompaña la consciencia; y como tal, soy incorregible...
Un poeta con versos horribles e incomprensibles que dedica al aire dichoso sus letras, un ruidoso provocador con canciones sin público, un dibujante de garabatos con texturas de pesadilla... que firma con el legado del fuego que me consume incluso cuando jamás será significativo para mis jaurías ni para las musas que lo han alimentado...
Y me he enamorado tanto de la vida y de mis escasas pero gigantescas divas... irresistibles mujeres a quienes he amado tanto como para haberles brindado alas con las que sigan su viaje alegres y majestuosas aún lejos de mi admiración, pues rechazo las cadenas y sólo puedo brindar libertad, incluso cuando sea tan sólo el combustible para la partida... he odiado y amado tanto que he sentido destrozado mi ser, me he percibido desgarrado y rechazado como un objeto usado, defectuoso e insignificante... hasta que encuentro un camino en mi desesperación para resurgir y volver a armarme tras estar destruido...
Y me gusta la condena de la existencia, con su carga de emociones, tormentas y carencias por satisfacer... gustoso disfruto del castigo, pues mientras haya algo por lo cual festejar o sufrir aún permanezco y percibo... el momento en que no sufra o ria, en que no me pregunte la razón del acontecer, el momento en que nada me entretenga, agrade o perturbe mi ser, el instante en que ni siquiera invente motivaciones para rechazar a delgada dama sonriente de mirada azabache... en ese momento donde no luche ni descanse... en el que todo sea silencio... sin la dicha o la desdicha, sin dolores o anhelos... sin curiosidad ni preguntas, sin sueños ni intenciones...
En ese momento no sería sino un cascarón sin su esencia...
¡Celebremos entes malditos, seres que existen en un espacio- tiempo preciso!...
Aunque los placeres y las dichas, las penas y los sufrimientos sean fugaces, son suficiente combustible para mantenerme ardiendo...La tranquilidad de una paz completa, imperturbable e imperecedera es tan sólo una oda a la muerte, pues vivir representa avance y curiosidad, aunque incluye incomodidad y riesgo... lo que nunca cambia, lo que permanece estático e inmutable es inerte.
Rebelémonos ante el destino último, luchemos contracorriente, rechacemos la protección y la ilusión de las bellas mentiras... pues si todo tiende a perecer, la vida es la mayor maldición, pues representa una lucha continua... y aunque sea una batalla que tiene un final conocido, al ser maldito sólo le representa su cualidad fundamental.
Y si por una cruel comedia cósmica erramos en nuestras luchas insignificantes para el universo... ¡incluso allí seremos malditos!
¡Celebremos entonces, entes malditos... y hagamos de esta cárcel y de esta maldita existencia un festín para nuestros insaciables apetitos!...


________________
GuTs!

No hay comentarios:

Publicar un comentario