L.L. 2018 05 28

¡Qué bella es tu tez... Tan blanca y tranquila!... Irradias el reflejo del astro mayor iluminando la oscuridad de almas perdidas con miradas perdidas como la mía... Me pregunto si en tu perpetua vigía has escuchado el ruidoso canto de tus observadores... Me pregunto si sabes que en tu abrazo nocturno das plácidos instantes a quienes te conocemos desde la infancia... En ocasiones eres una segunda madre, y me recuerdas su pacífica mirada...su amorosa comprensión... Bajo tu luz has iluminado mis penurias y al alzar la vista siempre me observas sin odios ni reproches... ¡Gracias querida dama lúgubre, en tu guardia encuentro las respuestas que ocultan mis sombras! ¡y en tu silencio hallo las melodías que resuenan en las bellas pesadillas!... Arrullame en tus dominios pues los reinos oníricos abren sus puertas con susurros inaudibles... Arrullame en tu familiar misterio pues brindas calma a los atormentados enloquecidos y sus líricos delirios. G.S.H.
 
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GuTs!